lunes, 17 de octubre de 2016

Amor en Sevilla

¡Qué belleza se halla entre tus callejones!
¡Cuántos amores se ven por tu ventana!
en tus largas noches bajo el firmamento
los enamorados jóvenes
admiran el universo
ciudad eterna de musas
en tus blancas paredes
amaban cientos de poetas
a las más bellas mujeres
desde el horizonte
admiro tu esplendor
déjame una noche recorrerte y ver tu amor
solo deseo pasar mi noches
bajo tu manto de estrellas
besando a tus mujeres
a las que llamas sevillanas
Diodoro Mateo

miércoles, 24 de agosto de 2016

Traté de suprimir la hipocresía de esta gente con “Qué más da”
Descorteses todos, como sus respuestas repelando mi ser y entrañas,
No puedo hacerme cargo de vuestro menoscabo  yacer, triste verdad,
Abuhado es mi aversión y fana marcados dado la faña.
El tiempo de acmé fue breve, y solo pasaron 3 meses, os pido blocad
El interés ya perdí por vuestras dañinas manías.
Solo apelo sosiego  y que me dejen en paz
Repelando ratas que gritan cruzando mis vías.

jueves, 18 de agosto de 2016

Cuaderno abierto

Mi cuaderno abierto 
de mientras la noche lluviosa
cubre el cielo 
pido aquí tu consuelo.

Tu perdón, 
tu anhelo,
déjame escapar de esta locura
de esta condena desdichada.

Más no te pido, 
no me dejes 
en este fuego perpetuo
no quiero estár quemada.

Nunca había sentido 
tal deseo 
por alguien 
que quizá ni me recuerde.

De mi no quieres rememorar
ni un beso, 
ni una simple caricia
ni ese ardor alterno.

Puedes convertir en ceniza 
lo que en un día
fueron sentimientos.
Entierralas, pueden volver.

Pero al verme, 
todo se desvanece,
las cenizas 
como el ave fénix,
reaparecen.

Sentimientos callados 
hablan 
por gestos involuntarios.
Una mirada, un abrazo.

Tu mirada demuestra 
lo que tu niegas, 
lo que intentas esconder
y a la gente convencer.

Nunca retes al amado 
al duelo de miradas
que seguro vas a perder
los ojos captan lo que quieres ver.

Déjame volver a tu usanza 
esa que tanto extrañas, 
que tanto callas
en tus entrañas.

Mi corazón 
más no puede latir 
al tu nombre escuchar.
¡Maldito sea!

Mil lágrimas 
en esta tez pálida 
han tenido que rozar 
para darme cuenta;

Junto al demonio
solía descansar
mis brazos reposar
mi calor arropar.

Sólo intento que percibas 
lo que mis lágrimas 
escondidas chillan
lo que quieren que combatas cada día.

No dejes que mi corazón 
siga esperando 
ese hueco que has dejado 
tras tu legado.

Muchos tienen la corona,
pocos el trono
el poder para saber
como llevar este reinado.

Intentan decirme que busque
consuelo en otro loco;
más no puedo, el tuyo
es el único cuerdo.

Recuerda en mi corazón,
siempre tendrás hueco
lo ocupe otro o quede 
tan vacío como el hielo.

Rompe estas cadenas 
que mi alma con la tuya unen
puesto que a más fulgor tenga
más fuerte será el ardor.

 Trayënn

¿Por qué me tuve que enamorar?

Una pequeña droga mi corazón ha cautivado,
de oscuros ojos y albina piel
un rostro que engatusaría al más fiel,
tus caricias tan dolorosas como suaves
mi espalda en tu cama dejan marcada,
tu amor es para mí la mayor condena
sin grilletes ni barrotes pero con celda,
tu mirada es el abismo a la locura
un viaje por el Reino de la demencia,
tus delicados dedos recorren mi cuerpo
sin mayor deseo que dejarme marcado,
cada noche deseo perderme
en la lujuria de tus abrazos,
de tus besos por quererme
y al oído tus extenuados gemidos,
la Luna nos envidia por nuestro amor
hagamos que esta noche sea eterna,
solos tú y yo

Diodoro Mateo

sábado, 6 de agosto de 2016

Odio a esos habladores,
Y sus falsos diestares,
Sus prejuicios feroces
Con la gente audaz
¿Qué más da?
Que tenga novio o quince
A sus treinta o sus quince
¡Hablaran! Seas lobo o seas lince
¿Qué más da?
Cree en Dios o piense
Que es amigo del mismo Satana.
A la iglesia va, o se dedica ya al hurto,
Que lleva chapa de Los Simpson
O las lleva de Tim Burton.
¡Hablaran y juzgaran!
Esas voces ruidosas
No me digas que tus mijos
Son sinceros, bondadosos.
¡Hablaran!
¡Hablaran y juzgaran!
¿Qué les importa tu oficio
Tus amores o tus vicios?
A tal punto, que en vez bocas
Parecen brunos orificios
¡Hablaran!
Cuadradas son sus mentes
Sus palabras como heces
Y aun pidiendo silencio, ellos hablaran.
¿Qué más da?
Entiéndeme.
Cada uno cree lo justo,
Necesario, ilustre.
Tu solo mira tu terreno
Y tu propio lacustre.

¿Hablaras y juzgaras?

miércoles, 3 de agosto de 2016

Espero no ser la única que se juega el corazón en el aleatorio del móvil. Que cuanto más quiero olvidar, más recuerdo y cometo otras fatalidades que me hacen más humana.

En mi caso, cuando suena Coque en la playlist no sé si reír, huir o cantarla hasta hacer llorar a los vecinos Que por cierto, echan de menos escucharte gritar mi nombre y otras melodías de los fines de semana al atardecer. Y si quieres que te sea sincera, aun no sé cómo decirle a Azi que no volverás a estrujarla a la fuerza aunque ella se resista o cómo decirle a mi madre que puede dejar de odiarte, que la tormenta terminó y yo sigo con ganas de mojarme. Ellos no saben nada y yo, mientras, me hago la tonta y sonrío.

viernes, 1 de julio de 2016

Mirando el manto nocturno

Mirando el manto nocturno
Veía luces diversas,
Pero solo hacían de fondo
A mi querida Luna traviesa.

De su cara he sido esclavo,
De sus brillos he sido presa.
Los demás que están a mi lado
No se merecen admirar tal grandeza.

Parece que ella nos sonríe a todos
Y su rostro por siempre nos sigue
Pero he entendido que solo
por amor a la Tierra, ella aun vive.


No me sigue a mi sino a la dama
Que lleva vestidos diversos.
Así que la Luna no aprecia
Ninguno de nuestros magníficos versos

El amor que siente mi luna
Grande es y prolongado
Pero nostra madre huye Della
Hacia el Sol su amado.

Como yo quiero la Luna
Seguro que alguien en secreto me mira.
A lo mejor me ve en la calle,
O en su casa a solas con mi poesía.

Solo quiero que de la cara
Y me permita elegir.
Aceptar sus sentimientos,

o admirando la Luna morir.